El saber de los pragmatici y la circulación de literatura normativa en Hispanoamérica (siglos XVI y XVII)

Otto Danwerth (MPIeR)

Una vez que los primeros asentamientos españoles fueron establecidos en el Caribe así como en Mesoamérica y América del Sur, la Corona de Castilla tuvo que hacer frente a la tarea de consolidar su dominio sobre una enorme población a través de extensas distancias, pero disponía de recursos materiales y humanos limitados. Dadas estas carencias, se otorgó gran importancia a la propagación e implementación de códigos de conducta – tanto para los colonos europeos, como para la población indígena.

El proyecto ‘El saber de los pragmatici. Presencia e importancia de literatura pragmática normativa en Ibero-América’ propone investigar qué normas y formas mediáticas se usaron para lograr tales fines desde mitades del siglo XVI hasta mitades del siglo XVII en la América española. El proyecto de investigación (integrado por Thomas Duve, Manuela Bragagnolo, David Rex Galindo, Otto Danwerth), que se presentará en la primera parte de la intervención, no se centra en las fuentes convencionales de la Historia del Derecho (colecciones clásicas provenientes de autoridades superiores, obras jurídicas de la tradición castellana o del ius commune) sino en textos dirigidos a ‘pragmáticos’, es decir a personas que aplicaban normas a nivel cotidiano y necesitaban explicaciones funcionales. Destacamos textos que provienen del campo religioso y que pertenecían a la teología moral y a la literatura pastoral y catequética.

Nuestra hipótesis consiste en que esta ‘literatura pragmática’, por su dispersión y por su valor ‘condensador’, ha sido de particular importancia en un imperio temprano-moderno caracterizado por una escasa densidad de control. En lugar de centrarse en instrucciones directas y su aplicación, las obras se dirigían al propio constreñimiento de la conciencia humana, inculcada por medio de rituales y discursos. Estos textos, por ejemplo confesionarios, catequismos o manuales teológico-morales, adquirían una especial importancia en regiones de frontera y en las periferias imperiales donde el alcance de las leyes era limitado o inexistente.

Hay algunas indicaciones de que esta constelación de recursos fue responsable de generar un mínimo de concepciones normativas y de ese modo también establecer un sistema de gobierno sobre un territorio. Si estas hipótesis fueran confirmadas, el proyecto ayudaría a poner de manifiesto no solo la importancia práctica y la funcionalidad de estas fuentes sino también su calidad intelectual. La condensación propia de este tipo de literatura quizás no se deba interpretar como una mera vulgarización, como muchas veces se ha hecho en la historiografía del derecho, sino por lo contrario como un logro de abstracción estimable.

En la segunda parte de la conferencia se trata la circulación de literatura normativa pragmática en Hispanoamérica temprano-colonial. Estudios sobre la producción, posesión y dispersión de libros muestran que se utilizaban predominantemente obras populares, como pequeños manuales, resúmenes de grandes obras teológico-morales y de tratados jurídicos. La base de la pesquisa es una historiografía abundante que va desde las obras clásicas de Toribio Medina hasta las más recientes aportaciones en distintas regiones iberoamericanas. Los trabajos proceden de varias disciplinas (historia del derecho, de la teología, de la iglesia, del libro, etc.) y analizan una variedad de fuentes: catálogos de bibliotecas, inventarios post-mortem, listas de compra/venta, documentos de imprentas; fuentes sobre comercio de libros, control y censura.

Se calcula que dos tercios de los libros que circulaban en el Nuevo Mundo hasta fines del siglo XVII han sido de carácter religioso. No debe sorprender que entre ellos muchos eran libros ‘pragmáticos’, como compendia de tratados de teología moral y de derecho canónico, manuales, instrucciones catequéticas y confesionarios. El reto es establecer un estado de la cuestión regionalmente diferenciado, cuyos focos serán Nueva España, Perú y el Nuevo Reino de Granada. ¿Qué tipos de literatura pragmática se pueden detectar en bibliotecas personales e institucionales? Mientras que disponemos de trabajos sobre obispos, curas y frailes, pero también de autoridades civiles y de españoles, falten más investigaciones sobre los libros pertenecientes a instituciones y corporaciones (cabildos catedralicios, monasterios, colegios de jesuitas, parroquias). De igual importancia es el análisis del comercio transatlántico y de la distribución de libros que se enviaban desde Sevilla; relativamente pocos procedían de los centros americanos de imprenta (México 1539, Lima 1584, Puebla 1640 y Guatemala 1660).

Un tema poco tratado es la presencia y uso de libros en doctrinas. El derecho canónico post-tridentino (concilios como sínodos) decretaba que curas de parroquias y doctrineros deberían tener en su posesión ciertos libros ‘pragmáticos’: decretos canónicos, textos pastorales, obras de catequesis y tratadillos de teología moral. Recientes estudios, en base de actas de visitas, han confirmado la presencia de una variedad de obras – y tamaños – hasta en regiones de frontera. Otra pregunta, más difícil a evaluar, es el uso de manuscritos que eran menos caros y más volátiles que libros. A nivel local libros y manuscritos ofrecían recursos de normatividad pragmática religiosa. Esta presencia era un factor decisivo para establecer regímenes de saber y espacios legales en Hispanoamérica de los siglos XVI y XVII.

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